lunes, 7 de noviembre de 2016

Género dramático

El género dramático tuvo su origen en Grecia. Al inicio, las representaciones teatrales estaban relacionadas con el culto a Dionisos, dios del vino y la alegría, y poseían por lo tanto un carácter sagrado. Dichas representaciones consistían en himnos dedicados a esa deidad o divinidad. Más tarde, fueron introduciéndose cambios a los cantos; de esta forma surge el género dramático propiamente dicho. Los dramaturgos griegos más importantes fueron: Téspis (que fue el primero en sacar a un integrante del coro para crear un diálogo), a éste lo llamó protagonista, luego Esquilo saca a otro integrante del coro y lo pone a dialogar con el corifeo (jefe del coro) a éste lo llamó deuteragonista, y por último Sófocles introduce al tercer actor (triagonista), introduce también el decorado y aumenta los coreutas (demás integrantes del coro).



HISTORIA DE TEATRO GRIEGO

Gran relevancia tiene la festividad en honor a Dionisio en la historia del teatro. En la antigua Grecia, al terminar la vendimia se homenajeaba al dios del vino Dionisio, también llamado Baco por los romanos, con bailes y alabanzas. Un conjunto de jóvenes se dirigía a su templo, cantando y danzando, encabezados por un corifeo, o maestro del coro, que era quien mejor hacía estas actividades.
Posteriormente, según menciona la Poética de Aristóteles, Tespis, dramaturgo griego nacido en Icaria en el siglo VI a. c., fue el primero en introducir un actor a esta representación, que hasta el momento tenía solo recitaciones, lo cual permitió el diálogo entre el Corifeo y el actor, dando origen a la actual concepción de la obra teatral. 

Al terminar la festividad, se ofrecía en sacrificio un macho cabrío, acto que recibió el nombre de “tragedia”, puesto que el término significaba “festividad del macho cabrío”.



Durante el transcurso del siglo V antes de nuestra era,  Esquilo y Sófocles, célebres dramaturgos, agregaron al Corifeo personajes y un primer actor, junto a las características actuales de la tragedia, como el sufrimiento de los personajes que les permite alcanzar el conocimiento. Con ello, la tragedia deja de ser una actividad simplemente religiosa.